Cuando
hablamos de la radio como medio de comunicación nos enfrentamos ante un
concepto que está en continua redefinición y construcción, lo cual tiene su
explicación, pues es el medio más moldeable que existe. Sus características de
intensidad, volumen, intervalo y ritmo,
constituyen factor determinante de emociones y situaciones
imaginativas acústicas, que llegan al ser humano por uno de los sentidos más
sublimes, el oído. Walter Benjamín
cuando se refería a la radio señalaba que su accionar crea un nuevo sensorium,
es decir una nueva realidad, tan existente y cierta como la vida misma. La radio es una de esas creaciones
impensadas que el hombre encontró en su camino. Cumple funciones tan
importantes como la expresada por Marshall McLuhan “ser una extensión del
oído”, una prótesis dentro del cuerpo
humano que acrecienta el poder sonoro
para conocer otras culturas, realidades, para escuchar otras lenguas y
canciones que ningún otro medio podría
hacérnoslas vivir y
disfrutar como lo hace la radio.
Pero
la radio
también es arte, por naturaleza propia. Si bien no se plasma
mediante un lienzo y pincel, lo hace a
través de uno de los elementos más significativos del hábitat: el
sonido. El sonido más que un elemento espacial que vaga en el infinito es un ente de carácter expresivo cultural.
Arnheim señalaba que la óptica es fundamental para ver los atributos dentro
de una escena, sin embargo, existe algo todavía superior y
eso se llama imaginación, la cual es más fácil fabricarla a partir de signos
orales. Para él la acústica es la forma que define la estética radiofónica, y le da ese valor único de convertirla en un “arte bello” tal
como califica Hegel a la estética.
La
radio siempre tendrá una infinidad de denominadores y conceptualizaciones, no es raro, ni
sorprendente, así como también no es de admiración subrayar que el lenguaje
radiofónico transciende las fronteras de lo sonoro y se instala dentro de lo
visual. Bob Schhulberg manifiesta:
no han ideado una pantalla de
televisión tan suficientemente grande,
brillante, clara y colorida como para igualar
la capacidad de la mente para crear sus propias imágenes
viva, subraya, y lo que hace de la radio
un medio espectacular para
relatar, también hace de este un medio espectacular para vender. La radio es ese medio que más
experiencias crea en las personas, porque nosotros lo hacemos y se hace para
nosotros dentro de esa vida cotidiana a
la cual nadie se escapa.
De la radio siempre se tendrá algo nuevo que decir, por eso estamos aquí con el Primer Manifiesto llamado Transformaciones en la radio, donde se extrae, en pequeñas frases, el pensamiento de un grupo de amantes de la radio, extraños seres que aún valoramos, asumimos y creemos que si a este medio se lo reviste de la esencia mater del pasado junto a los atributos de la época actual, volveríamos a forjar un contorno de comunicación donde la expresión del espíritu y la concepción del mundo vuelva nuevamente a ser matizado por las voces, sonidos y palabras de las personas.
De la radio siempre se tendrá algo nuevo que decir, por eso estamos aquí con el Primer Manifiesto llamado Transformaciones en la radio, donde se extrae, en pequeñas frases, el pensamiento de un grupo de amantes de la radio, extraños seres que aún valoramos, asumimos y creemos que si a este medio se lo reviste de la esencia mater del pasado junto a los atributos de la época actual, volveríamos a forjar un contorno de comunicación donde la expresión del espíritu y la concepción del mundo vuelva nuevamente a ser matizado por las voces, sonidos y palabras de las personas.
La radio es ensueño, comunicación, transformación. Permite, como ningún otro medio, un acompañamiento constante. Puedes trabajar, viajar, cocinar y, ella, está allí, acompañándote. Fiel amiga y complice de los mejores momentos de nuestra vida.
ResponderEliminarExacto!!!! María Nieves
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